La carrera por lanzar más rápido: ¿a costa del bateo y del brazo?
- Harley Nuñez

- 8 oct
- 3 Min. de lectura

En las Grandes Ligas y en niveles menores del béisbol, se ha intensificado una tendencia clara: los pitchers están lanzando más rápido que nunca. Esta escalada en velocidad, que ha captado la atención de fanáticos y analistas, también trae consecuencias palpables para los bateadores, la estrategia del juego y la salud de los lanzadores.
📈 Qué revelan las cifras
Un estudio reciente de MLB identificó que el aumento de la velocidad, el uso de “máximo esfuerzo” con cada lanzamiento, y el enfoque en optimizar los movimientos (spin, efecto, recorrido) están entre las causas principales del incremento en lesiones de lanzadores.
En paralelo, el uso de la curva (curveball) como lanzamiento tradicional ha disminuido, pues muchos pitchers prefieren lanzar más rectas con alta velocidad o combinarlas con sliders/sweepers de alto “spin”.
En un análisis de tendencias entre 2007 y 2023, se ha observado que todas las categorías de lanzamiento (fastballs, sliders, cutters, etc.) han ganado entre 2.1 y 4.8 millas por hora en promedio en ese periodo.
A su vez, este alza en velocidad se correlaciona con mayores tasas de ponches (strikeouts) y con una menor proporción de contacto sólido por parte de los bateadores.

⚾ Impacto en el bateo y estrategia ofensiva
Los bateadores tienen menos tiempo para leer el lanzamiento, ajustar su swing y conectar la pelota. El menor margen de reacción se traduce en más pelotas que no pueden enfrentar con precisión.
La reducción del “tiempo de reconocimiento” favorece a lanzadores con mayores “stuff” — es decir, combinar velocidad con movimiento engañoso.
Un cambio en la estrategia defensiva: con más lanzamientos potentes y menos curvas, los bateadores tienen que adaptarse a una ofensiva más agresiva, mientras que los equipos priorizan lanzadores capaces de “blanquear” mediante ráfagas de ponches.
🚨 El riesgo físico y el “alto costo”
Aumentar la fuerza y la capacidad de lanzar rápido conlleva una mayor tensión en articulaciones, tendones y ligamentos (codo, hombro). El número de cirugías de ligamento colateral ulnar (UCL, “Tommy John”) ha subido contundentemente en las últimas décadas.
El estudio de MLB advierte que nuevos tipos de lesiones — desgarres del latissimus, daños en el teres major, fracturas costales y riesgo en músculos oblicuos — también están siendo observados con más frecuencia.
Las estadísticas muestran que, aunque los lanzadores entrenan con programas especializados para ganar velocidad (uso de pelotas con pesos variados, sesiones de máxima carga, tecnología biomecánica), la línea entre rendimiento y sobrecarga es muy estrecha.
✅ Lo que se debate: equilibrio y regulaciones
La propia MLB está considerando posibles cambios a las reglas para mitigar el énfasis en la velocidad como factor dominante, buscando proteger la salud de los lanzadores y preservar la calidad del juego.
Algunos expertos sostienen que no todos los lanzamientos deben ejecutarse con máxima fuerza: variar velocidades y ubicaciones (control) sigue siendo clave para que un pitcher sea eficaz y duradero.
En las academias y niveles juveniles, ya hay voces que advierten del riesgo de que jóvenes aspirantes se “sobreentrenen” con el objetivo de llegar a lanzamientos ultra-rápidos, sacrificando técnica, descanso y prevención.

🏁 Conclusión
El béisbol moderno ha entrado en una era donde la velocidad domina el discurso. Aunque esto emociona al público — ver lanzamientos de 100+ mph es espectacular — el “alto costo” se paga con salud, con más ponches, y con una necesidad de mayor precisión para los bateadores. A mediano y largo plazo, el deporte deberá encontrar un balance para que el espectáculo no se convierta en riesgo permanente.





Comentarios