El té de jengibre se convierte en el aliado natural de la digestión saludable

El té de jengibre se perfila como uno de los remedios naturales más valorados por quienes buscan aliviar molestias digestivas sin recurrir a medicamentos. Su popularidad se debe a su capacidad para favorecer el tránsito intestinal, reducir la inflamación y aliviar síntomas como náuseas, gases, hinchazón y sensación de pesadez.

Este efecto se explica por sus compuestos clave—gingerol, shogaol y zingerona—los cuales actúan sobre los receptores gastroentéricos y neurotransmisores relacionados con el reflejo nauseoso y la motilidad digestiva. En estudios clínicos, el jengibre ha demostrado ser tan eficaz como ciertos inhibidores de la bomba de protones para reducir síntomas de dispepsia funcional, acelerando el vaciado gástrico y aliviando dolor epigástrico, saciedad precoz y sensación de plenitud tras las comidas.

Más allá del ámbito digestivo, el jengibre exhibe propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que benefician la salud cardiovascular y podrían ayudar al control de la presión arterial y el estrés oxidativo. También se le atribuyen efectos positivos en la recuperación muscular, alivio de dolor, y en la protección cognitiva