Cuando el Poder se Viste de Arrogancia: La Ministra que Mandó a que "Rueden"

Cuando creíamos que el Ministerio de Interior y Policía había tocado fondo, Faride Raful nos demuestra que siempre se puede caer un poco más… de altura y de decencia. La ministra, quien alguna vez fue vista como una promesa de la política dominicana, ahora parece haberse graduado con honores en arrogancia y desprecio hacia los ciudadanos que debería servir.

Su última joya de sabiduría pública:

"Para la extorsión, defensa del caos o manipulación mediática, no cuenten conmigo, ¡rueden!"

¿RUEDEN? En buen dominicano, eso significa: “Quítate de mi vista, no me importas.” ¿Y esta es la actitud de una servidora pública? No, señores. Esta es la actitud de quien ha confundido su cargo con una corona, de quien cree que el Ministerio es su feudo personal y los ciudadanos sus súbditos indignos de réplica.

📜 ¿Olvida la ministra que existen leyes?

• Artículo 8 de la Constitución: El Estado debe garantizar los derechos fundamentales de las personas. No burlarse de ellos.

• Ley 107-13: Obliga a los funcionarios a tratar a los ciudadanos con respeto, garantizándoles un trato digno y respuestas claras y respetuosas.

A la luz de estas normas, su desplante no solo es arrogante: es una falta administrativa grave y un desprecio abierto al principio de servicio público.

📱 Redes Sociales: El veredicto popular

En redes sociales, los dominicanos no han tenido piedad:

• “Si no soporta la crítica, que renuncie.”

• “Con esa actitud, ni para portera de su propio ministerio.”

• “El pueblo puso a Faride ahí, y Faride ahora cree que es dueña del país.”

Los comentarios son un clamor: indignación, decepción y hartazgo.

🎭 De promesa a parodia

Faride, que un día prometió ser la voz del cambio, hoy es la caricatura perfecta de lo que juró combatir: soberbia, insensibilidad y poder sin control. La ministra debería recordar que no fue electa para reinar, sino para servir. Y servir exige algo que parece haber perdido: respeto por la gente.

🚨 Una advertencia

Cuando un funcionario olvida que el poder emana del pueblo, el pueblo se lo recuerda. Y no siempre con palabras. La historia dominicana tiene ejemplos de sobra. El cargo no la hace intocable, la prepotencia no la hará eterna.

Así que, ministra, mientras manda a la gente a "rodar", quizás debería prepararse:Los pueblos también hacen rodar a los funcionarios soberbios.