top of page

Café y dolor de cabeza: lo que revelan los expertos sobre riesgos y beneficios


ree


Tomar una taza de café al despertar es un ritual para muchos, e incluso para otras personas, ese sorbo parece funcionar como un “calmante exprés” cuando aparece un dolor de cabeza. Pero lo que para algunos es alivio puede, con el tiempo o en exceso, transformarse en parte del problema.


La cafeína, presente en el café, el té, bebidas energéticas y algunos medicamentos, actúa bloqueando los receptores de adenosina en el cerebro, lo que conduce a una vasoconstricción (estrechamiento de vasos sanguíneos) y puede inhibir la transmisión del dolor. En dosis pequeñas o moderadas, este efecto puede aliviar cefaleas tensionales o migrañas leves.  Además, la cafeína es comúnmente añadida a analgésicos para potenciar su eficacia.


ree

Sin embargo, esa misma sustancia puede volverse contraproducente. Consumida con frecuencia o en dosis elevadas, la cafeína puede desencadenar dolores de cabeza más frecuentes o crónicos. Su retirada abrupta —sobre todo en usuarios habituales— puede generar el llamado síndrome de abstinencia, con cefalea, fatiga e irritabilidad. Estudios también han observado que tomar tres o más bebidas con cafeína al día se relaciona con mayor probabilidad de migraña ese mismo día o al día siguiente.


Los especialistas concluyen que el consumo adecuado debe adaptarse al perfil de cada persona. En casos de migrañas recurrentes o dolores de cabeza casi diarios, se aconseja una reducción gradual o incluso suspensión de la cafeína por varios meses para evaluar su impacto. En quienes tienen episodios ocasionales, tolerar hasta unos 200 mg diarios —manteniendo siempre consistencia— puede ser razonable. Para evitar efectos negativos, la disminución debe hacerse de forma progresiva, no abrupta.


ree

Finalmente, otros elementos del estilo de vida —como la calidad del sueño, la hidratación, el manejo del estrés o el uso excesivo de analgésicos— también juegan un rol clave en si la cafeína actúa como aliada o enemigo frente al dolor de cabeza.  La recomendación general es llevar un registro de consumo y síntomas, consultar con un especialista y ajustar dosis de forma personalizada en lugar de apostar al “más café para más alivio”.

Comentarios


bottom of page