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Polémica petitoria en EE.UU.: piden sustituir a Bad Bunny en el show de medio tiempo del Super Bowl LX por George Strait

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Una iniciativa en línea ha encendido el debate en torno al espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LX (programado para el 8 de febrero de 2026 en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California). El popular artista puertorriqueño Bad Bunny fue anunciado como cabeza de cartel del evento, pero una petición pública exige su reemplazo por la leyenda de la música country George Strait.


¿De qué va la petición?

La petición, creada el 1 de octubre de 2025 en la plataforma Change.org por alguien identificado como “Kar Shell”, solicita a la NFL y a la productora del medio tiempo (Roc Nation) que reemplacen a Bad Bunny por George Strait. Según el texto, el espectáculo de medio tiempo debe:

  • “unir al país”,

  • “honrar la cultura estadounidense”,

  • y “ser apto para toda la familia, no convertirse en un acto político”.

La petición argumenta que Bad Bunny “no representa ninguno de esos valores”, señalando su estilo musical en español, sus presentaciones con elementos de drag, y su enfoque cultural diverso. En contraste, George Strait es definido como “el corazón y el alma de la música estadounidense” capaz de reunir generaciones.


Alcance de la iniciativa y contexto

Hasta la fecha, la petición ha reunido más de 60 000 firmas, cifra que sigue en aumento. Varios medios detallan que el género country no ha encabezado un show de medio tiempo del Super Bowl desde hace décadas, lo que añade otra capa a la demanda del fanático país.

Por otro lado, la NFL ya había anunciado a Bad Bunny como el artista principal del show el 28-29 de septiembre de 2025.


Respuesta oficial de la NFL

El comisionado de la NFL, Roger Goodell, ratificó este miércoles que Bad Bunny seguirá en el rol de cabeza del show de medio tiempo, pese a la presión de la petición. Goodell señaló que el artista “es uno de los intérpretes más populares del planeta” y que la decisión fue “cuidadosamente tomada”.

En otras declaraciones, Goodell añadió: “Estamos seguros de que será un gran espectáculo” y reconoció que cualquier anuncio de este tipo genera críticas, pero eso va con el territorio.


¿Por qué esta controversia?

El núcleo del debate combina elementos culturales, generacionales y de mercado:

  • Popularidad global: Bad Bunny, nacido en Puerto Rico, domina las plataformas de streaming, con decenas de millones de oyentes mensuales en Spotify.

  • Representación cultural: La elección de un artista cuyo repertorio es mayoritariamente en español ha despertado voces críticas que la perciben como distante de una “tradición americana”.

  • Expectativas del show: El medio tiempo del Super Bowl es visto como un evento de altísima visibilidad, donde muchas familias y anunciantes ponen atención, lo que hace que el perfil del artistas sea objeto de escrutinio.

  • Género musical y legado: Para los seguidores del country, ha habido una sensación de que su género ha sido subrepresentado en los últimos años del show. La petición lo refleja directamente.


¿Qué escenario se vislumbra?

  • A pesar del impulso de la petición, la probabilidad de un cambio parece baja, dado que la selección de Bad Bunny ya fue anunciada oficialmente y la NFL ha reafirmado su decisión.

  • Sin embargo, el debate sí pone sobre la mesa la tensión entre globalización cultural y gustos tradicionales nacionales.

  • Es posible que la producción del medio tiempo añada invitados sorpresa, colaboraciones cruzadas o elementos de distintos estilos para mitigar la polarización. Goodell sugirió que “no se descarta que haya talentos adicionales”.

  • Más allá de quién esté en el escenario, el episodio abre una conversación mayor sobre quién “representa” a Estados Unidos en un espectáculo masivo, cómo se valora la diversidad lingüística y cultural, y hasta qué punto los espectadores esperan que el show tenga un perfil determinado.


Conclusión

La petición para sustituir a Bad Bunny por George Strait en el show de medio tiempo del Super Bowl LX ha captado la atención de fanáticos, medios y organizaciones, reuniendo decenas de miles de firmas. Sin embargo, la decisión oficial mantiene al artista puertorriqueño en el cartel, lo que deja en evidencia que el espectáculo apuesta por una audiencia global y por la diversidad que representa. Aun así, la polémica funciona como recordatorio de que los grandes escenarios —como el Super Bowl— son también escenarios de debate cultural y generacional.


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