Mueren más de 200 prisioneros de guerra ucranianos en cárceles rusas: autopsias revelan un sistema de violencia extrema

Desde el inicio de la invasión rusa a gran escala en Ucrania, más de 200 prisioneros de guerra ucranianos han muerto en custodia rusa, según informes de organizaciones de derechos humanos, la ONU y autoridades ucranianas. Las autopsias realizadas en Ucrania han revelado que muchas de estas muertes fueron causadas por torturas, negligencia médica y condiciones inhumanas en las prisiones rusas.

Un caso emblemático es el de Serhii Hryhoriev, un soldado ucraniano capturado en Mariupol en 2022. Aunque Rusia afirmó que Hryhoriev murió de un derrame cerebral, una autopsia ucraniana determinó que falleció por un traumatismo contundente en el abdomen, lo que sugiere un intento de encubrir las causas reales de su muerte. Testimonios de ex prisioneros de guerra coinciden en señalar que las condiciones en las prisiones rusas incluyen palizas, descargas eléctricas, asfixia, violencia sexual y privación de atención médica adecuada.

Un informe de la ONU de 2024 indicó que el 95% de los prisioneros de guerra ucranianos liberados habían sufrido tortura sistemática. Además, el 80% de los cuerpos de prisioneros repatriados presentan signos de tortura, incluyendo fracturas, quemaduras y desnutrición extrema. Las autoridades ucranianas consideran que estas prácticas constituyen crímenes de guerra y están recopilando pruebas para presentarlas ante la Corte Penal Internacional.