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Las ARS ante el espejo: multas millonarias no detienen prácticas fraudulentas en el sistema de salud dominicano

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Santo Domingo – El sistema dominicano de salud enfrenta un persistente desafío: las prácticas fraudulentas dentro de las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) que —a pesar de las multas impuestas— continúan erosionando la confianza ciudadana y comprometiendo la sostenibilidad del seguro familiar.


Fraudes que se resisten a desaparecer

En los últimos seis años, al menos 11 ARS han sido sancionadas por la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL) por afiliaciones y traspasos sin consentimiento del usuario, acumulando multas por aproximadamente RD$ 235.5 millones.En el presente año 2025, se han reportado 2,256 denuncias por cambios de ARS sin la autorización de los afiliados, según datos de la Dirección General de Información y Defensa de los Afiliados (DIDA).Un caso emblemático: una joven descubrió que había sido vinculada mediante un matrimonio ficticio para traspasarla de una ARS a otra, sin su conocimiento.


Las multas y su escaso efecto disuasorio

Aunque las sanciones alcanzan montos elevados, los mecanismos de control y supervisión han sido calificados como insuficientes. En muchos casos, la multa resulta minoritaria frente al beneficio económico que las ARS pueden obtener mediante la afiliación irregular de nuevos asegurados.Por ejemplo, una ARS fue sancionada con RD$ 2.6 millones por solo un caso, mientras otra que registró cientos de transferencias irregulares recibió una multa similar.


Impacto para el afiliado y el sistema

  • Los afiliados pierden el control sobre su elección de aseguradora, y en algunos casos, enfrentan demoras o denegaciones de atención por estar adscritos inadvertidamente a otra ARS.

  • El sistema se ve afectado financieramente: prácticas irregulares agravan la carga del seguro y crean distorsiones que pueden comprometer su estabilidad.


¿Qué se debe hacer?

Expertos señalan que el problema no sólo depende de sanciones mayores, sino de fortalecer los mecanismos de supervisión, digitalización de registros, transparencia en los procesos de afiliación y facultades de sanción más firmes.También se plantea aplicar una escala de multas vinculada al volumen de la infracción, para que sea realmente disuasoria.


Conclusión

Las ARS están ante el espejo: el sistema las observa y exige cambios. Sin embargo, mientras las prácticas fraudulentas persistan, la confianza y la eficiencia del seguro de salud dominicano seguirán en riesgo. La salud pública —como bien colectivo— no puede depender de logros formales sin efectos reales en la vida de los afiliados.


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