La nueva lucha interna en Gaza: Hamás contra milicias y clanes rivales por el control del territorio
- Harley Nuñez

- 15 oct
- 2 Min. de lectura

Gaza — Tras la reciente tregua con Israel, la Franja de Gaza no ha encontrado plena calma en sus calles: Hamás, organización que gobernaba el enclave, enfrenta ahora una ola de conflictos internos con milicias rivales y clanes que desafían su control, en varios frentes y con violencia creciente.
Uno de los grupos más visibles es Popular Forces, liderado por Yasser Abu Shabab, que opera principalmente en Rafah, en el sur. Reclamada como una alternativa a Hamás, esta milicia acusa al grupo gobernante de autoritarismo y corrupción, alegando también que existe colusión con Israel.
Otra fuerza que se ha destacado es la Counter‑Terrorism Strike Force (CSF), bajo la dirección de Husam al‑Astal, que ha establecido control en partes de Khan Yunis, particularmente en la aldea de Kaizan al‑Najjar, declarada por sus líderes como zona “humanitaria”.
Los incidentes más recientes muestran la severidad del enfrentamiento: en el barrio Sabra de Ciudad Gaza, hubo enfrentamientos armados entre Hamás y el clan Doghmush que dejaron decenas de muertos, incluidos varios de Hamás. Además, se reportan arrestos masivos de personas vinculadas al clan Doghmush. Hamás justifica sus acciones como medidas necesarias para restaurar el orden y eliminar amenazas internas, incluyendo a quienes considera colaboradores.

El telón de fondo de esta confrontación es la debilitación de la capacidad institucional que siguió a meses de bombardeos, daño a infraestructura y desplazamientos masivos. Al mismo tiempo, grupos rivales han aprovechado la debilidad para ganar terreno, tanto territorial como de influencia sobre comunidades locales afectadas por la crisis humanitaria.
Además, fuentes indican que algunos de estos grupos han recibido apoyo indirecto de Israel: armas, logística, y/o permisos tácitos para operar con cierta libertad como forma de debilitar a Hamás desde adentro. Hamás ha denunciado estas intervenciones y los considera intentos de desestabilización.
Implicaciones y retos
Gobernanza: La capacidad de Hamás para gobernar se ve amenazada no solo por presiones externas, sino también por estas facciones internas. Quienes luchan contra su autoridad plantean desafíos que podrían fragmentar la gobernabilidad dentro de Gaza.
Seguridad y orden público: La violencia interna genera inseguridad para la población civil, especialmente en barrios donde cada clan o milicia tiene presencia.
Futuro político: En negociaciones futuras sobre Gaza, cualquier plan de paz o acuerdo de gobernanza deberá considerar estos actores rivales, sus demandas y posibles roles.
Derechos humanos: Las detenciones, ejecuciones públicas, y acusaciones sobre crímenes de colaboración con partes enemigas generan preocupación internacional respecto al respeto de los derechos humanos, debido a la posible arbitrariedad.

Conclusión:
Mientras Gaza trata de recuperarse de la devastación causada por la guerra, la lucha ahora no es solo contra fuerzas extranjeras o invasores, sino entre palestinos mismos. Hamás mira con urgencia restablecer su autoridad, pero los grupos rivales, con variadas motivaciones, buscan espacio de poder, autonomía o simplemente supervivencia. En este escenario fragmentado, la paz duradera parece difícil sin un diálogo que incluya a todos los actores locales, una reconstrucción del tejido gubernamental y garantías para la protección de civiles.





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