La inquietante “reacción humana” de Ameca, el robot que no soporta que le toquen la nariz
- Nicholle Grullon

- 12 jul
- 2 Min. de lectura

Entre lo fascinante y lo perturbador, el robot humanoide Ameca, desarrollado por la empresa británica Engineered Arts, sorprendió a usuarios y desarrolladores con una reacción casi humana al ser tocado en la nariz. El video, que se viralizó en Reddit y plataformas tecnológicas, muestra a Ameca reaccionar con expresiones faciales y gestos corporales que recuerdan a los de un ser humano que siente incomodidad .
La escena comienza cuando un investigador mueve el dedo frente a la cara del robot, robando su atención. Al acercar el dedo al área de la nariz, Ameca estira el cuello hacia atrás, frunce el ceño y expulsa la mano del humano, replicando una respuesta típica de invasión de espacio personal . En una segunda tentativa, el robot cambia la estrategia: permite brevemente el contacto, para luego alejar suavemente la mano con un gesto firme .

Engineered Arts, la firma detrás de Ameca, asegura que este tipo de interacciones están programadas para imitar respuestas sociales humanas en situaciones de proximidad física. Los desarrolladores admiten que “ya nos está empezando a asustar” , aludiendo al realismo extremo de la expresión y el movimiento. A pesar del hype provocado por clips anteriores—como aquellos donde Ameca simulaba sorpresa, sonreía o mostraba curiosidad—esta reacción de “molestia” destaca por su naturalidad.
En palabras de la firma: Ameca representa la unión entre inteligencia artificial avanzada y cuerpo humanoide (AI × AB), creado como plataforma para desarrollar futuras tecnologías robóticas. Posee cámaras de alta resolución, un sistema de control modular llamado Mesmer y mecanismos actuadores complejos que reproducen gestos mínimos como fruncir el ceño, inclinar la cabeza e incluso frotarse la nariz .

¿Una Inteligencia emergente? A pesar del realismo, Ameca no posee “inteligencia artificial general” (AGI); se basa en algoritmos limitados que le permiten interacción conversacional mediante chatbots, aunque el cuerpo antropomórfico potencia la sensación de “personalidad”. El debate actual se centra en si este tipo de comportamiento es una simple programación o un primer indicio de consciencia emergente. Lo que sí está claro es que el video ha generado debates sobre la línea entre la tecnología útil y la inquietante aproximación a lo humano .





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