Italia al Debate: El Partido de Meloni Propone Prohibir el Velo Integral en Espacios Públicos y Regular Mezquitas

ROMA, ITALIA — El partido Fratelli d’Italia (FdI), liderado por la primera ministra Giorgia Meloni, ha presentado un proyecto de ley que busca imponer severas restricciones a las prácticas islámicas en espacios públicos de Italia. La propuesta legislativa tiene dos ejes principales: la prohibición del uso del velo integral islámico en lugares como oficinas, escuelas, universidades y la calle, y una nueva regulación estricta sobre la financiación y apertura de mezquitas en el país.

La medida ha sido justificada por los firmantes del proyecto, incluyendo a la diputada Sara Kelany, como una herramienta esencial para la seguridad y la integración cultural. Kelany explicó que la ley "servirá para contrarrestar la creación de enclaves, contrasociedades en las que se aplica la sharia y no el ordenamiento jurídico italiano, y donde florece el fundamentalismo islámico". Con esta postura, la coalición de gobierno subraya su intención de reafirmar la primacía de los valores y el sistema legal italiano sobre las prácticas religiosas que considera incompatibles con el orden público.

Multas de Hasta 3.000 Euros y Críticas de la Oposición

El incumplimiento de la prohibición del velo integral (referido a prendas como el burqa o el niqab que cubren la totalidad del rostro) conllevaría una multa administrativa considerable, que oscila entre 300 y 3.000 euros. El proyecto de ley busca así disuadir el uso de estas prendas a través de sanciones económicas directas.

Si bien la iniciativa fue celebrada por la base electoral de derecha, ha encontrado fuerte resistencia en la oposición. Algunos críticos, como la portavoz del grupo Alianza Verdes e Izquierda en la Cámara de Diputados, han denunciado que la ley no se centra en la libertad femenina, sino que es un intento por "fomentar una fobia antiislámica" en la sociedad. El debate sobre la seguridad, la libertad religiosa y la identidad nacional se intensificará a medida que el proyecto avance en el Parlamento italiano, reabriendo una controversia que ya existe en varios países de Europa.