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“Desayuno: la pequeña gran arma para cuidar tu salud”


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Comenzar el día con un desayuno bien estructurado puede parecer un acto sencillo, pero la evidencia científica lo convierte en un verdadero aliado para la salud. Investigaciones recientes han demostrado que este comienzo del día, bien aprovechado, influye directamente en la salud metabólica, cardiovascular y el rendimiento diario.


¿Por qué es tan importante?

Tras varias horas de ayuno nocturno, el cuerpo necesita energía y nutrientes para ponerse en marcha. Según el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social del Paraguay, “el organismo necesita energía y nutrientes para ponerse en marcha… Tomar un desayuno saludable todos los días ayuda a mantener un peso saludable y a mejorar el rendimiento físico y mental”. Y un estudio realizado por el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) reveló que un desayuno que represente entre el 20 % y el 30 % de la ingesta calórica diaria, con buena calidad nutricional, se asocia a mejores resultados: menor índice de masa corporal, menor circunferencia de cintura, más colesterol “bueno” y menos triglicéridos.


Principales beneficios

  • Mejora del perfil cardiovascular. Uno de los estudios encontró que aquellos que desayunaban bien tenían una circunferencia de cintura hasta un 1.5 % más reducida, menor triglicéridos y más colesterol HDL.

  • Rendimiento físico e intelectual optimizado. En escolares, desayunar contribuye al mejor funcionamiento del cerebro y al desarrollo adecuado.

  • Mejora del peso y control metabólico. Desayunos de calidad ayudan a evitar la acumulación de grasa abdominal, sobrepeso y riesgos asociados al síndrome metabólico.

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¿Qué caracteriza un buen desayuno?

La calidad importa tanto como la acción de desayunar. No basta con tomar “algo” rápido: los expertos coinciden en que debe combinarse lo siguiente:

  • Proteínas (huevo, yogur, frutos secos)

  • Fibra y cereales integrales (avena, pan integral)

  • Grasas saludables (aguacate, frutos secos, aceite de oliva)

  • Frutas o verduras (vitaminas y minerales)Evitar desayunos ricos en azúcares añadidos, bollería industrial, grasas saturadas o cafés muy fuertes sin acompañamiento.


Tips prácticos para aplicarlo

  • Apunta a que el desayuno represente ~20-30 % de tu ingesta energética diaria.

  • Dedica unos minutos cada mañana para preparar algo sencillo pero nutritivo: por ejemplo avena con fruta, yogur con granola, tostada integral con aguacate y huevo.

  • Hazlo habitual: el hábito de desayunar ayuda a mantener ritmos metabólicos y evita llegar al mediodía con apetito excesivo o elecciones poco sanas.

  • En niños y adolescentes: inculcar el hábito de desayunar beneficia concentración, aprendizaje y crecimiento saludable.


Conclusión

El desayuno es mucho más que una comida matinal; es una pequeña gran arma que puede marcar diferencias en el camino hacia una vida más saludable. No se trata sólo de comer temprano, sino de comer bien. Adoptar un desayuno equilibrado y nutritivo ayuda a cuidar el corazón, controlar el peso, y dar energía para el día. Así que vale la pena prestarle atención.

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