Alimenta tus defensas: cómo hábitos clave y una dieta rica fortalecen el sistema inmunológico ante enfermedades respiratorias
- Nicholle Grullon

- 11 ago
- 2 Min. de lectura

Santo Domingo – 11 de agosto de 2025 – En temporada de alta incidencia de gripes, resfriados y otras afecciones respiratorias, adoptar un estilo de vida saludable es la mejor estrategia preventiva. Evidencias científicas coinciden en que una dieta balanceada, rica en vitaminas, minerales y antioxidantes, junto a hábitos adecuados como descanso, ejercicio y control del estrés, fortalecen notablemente la respuesta inmunitaria.
Alimentación como pilar esencial
Una revisión señala que seguir patrones como la dieta mediterránea, con énfasis en frutas, verduras, legumbres, pescados, frutos secos y productos fermentados (yogur, kéfir), está asociado con una mejor respuesta inmunológica y menor incidencia de infecciones respiratorias. Estos alimentos aportan vitamina D, citocinas, fibra, prebióticos y probióticos, y ayudan a mantener una microbiota saludable donde reside más del 70 % de las células inmunitarias del cuerpo.
Vitaminas específicas como la C, D, A, E, B6 y minerales como zinc, hierro y selenio son fundamentales. Por ejemplo, la vitamina C puede reducir la duración del resfriado en un 8 % en adultos y hasta un 14 % en niños, mientras que el zinc, si se toma al inicio de los síntomas, puede reducir su duración.

Superalimentos y refugios tradicionales
La miel, especialmente la de manuka, destaca por sus propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antioxidantes, y es considerada un valioso aliado durante el invierno .
Alimentos fermentados como chucrut, yogur y kéfir mejoran la flora intestinal y fortalecen la inmunidad al apoyar la función de las células T.
Incorporar alimentos como cítricos (naranjas, limones), verduras de hoja verde, ajo, jengibre, frutos rojos, frutos secos, salmón, brócoli y zanahoria puede mejorar significativamente las defensas naturales.

Hábitos saludables complementarios
El ejercicio moderado reduce hasta un 29 % las infecciones respiratorias del tracto superior, mientras que el ejercicio intenso y prolongado puede debilitar el sistema inmunológico.
Dormir menos de 7–8 horas al día puede comprometer la respuesta inmunológica, reduciendo la producción de anticuerpos tras la vacunación.
El estrés crónico debilita la inmunidad, dificultando la lucha frente a patógenos; por ello, es clave implementar prácticas como meditación, actividades sociales y relajación.
Aunque el frío no causa directamente las enfermedades, sí favorece su propagación al debilitar las defensas respiratorias; por tanto, ventilar espacios, vacunarse y mantenerse activo son medidas recomendadas.





Comentarios